Por Fred Penzel, Ph.D. (Director ejecutivo de Western Suffolk Psychological Services en Huntington, Long Island, Nueva York)

He participado activamente en el tratamiento del TOC desde 1982 y he tratado más de 850 casos del trastorno. Durante ese tiempo, he llegado a muchas comprensiones valiosas que creo que son herramientas importantes para cualquiera que planee enfrentar este trastorno. Armar este tipo de lista siempre parece arbitrario en términos de qué incluir, pero basta con decir que, sin embargo, se presenta, hay cierto cuerpo de información que puede hacer que los intentos de recuperación de cualquier persona sean más efectivos.

Una lista de verificación de síntomas y comportamientos comunes. Si está sufriendo, consulte a un profesional autorizado.

  1. El TOC de orientación sexual (anteriormente llamado TOC homosexual o HOCD) es un subconjunto en el que los pacientes cuestionan constantemente su sexualidad. Se estima que el 10% de las personas con TOC tienen este subconjunto específico.
  2. La identificación de subtipos de TOC puro puede ser muy difícil. Los síntomas se manifiestan de manera diferente para cada paciente. Sin embargo, tienden a haber pensamientos y comportamientos comunes que pueden indicar que alguien está sufriendo de TOC de orientación sexual.
  3. El Dr. Jan Weiner es un psicólogo clínico con licencia que ejerce en el vecindario de Murray Hill en la ciudad de Nueva York.

  1. ¿Se preocupa o teme constantemente un cambio no deseado en su orientación sexual? Por ejemplo: Temor de volverse gay cuando sea heterosexual.

La principal característica distintiva del trastorno dismórfico corporal (TDC) es una preocupación obsesiva por un defecto percibido en la apariencia física. Las obsesiones con TDC pueden manifestarse como preocupaciones excesivas y desproporcionadas acerca de un defecto menor, o como pensamientos recurrentes que provocan ansiedad sobre un defecto totalmente imaginado. Las obsesiones con TDC se centran con mayor frecuencia en la cabeza y la cara, pero pueden afectar cualquier parte del cuerpo. El TDC va más allá de la preocupación normal por la apariencia personal y puede afectar significativamente el funcionamiento académico y profesional, así como las relaciones interpersonales. En casos extremos, una persona con TDC puede evitar por completo cualquier contacto con personas en un esfuerzo por evitar que otros observen el defecto.

Durante muchos años, se pensó que el tratamiento del TOC era excepcionalmente difícil. El psicoanálisis tradicional siempre tuvo poco impacto sobre el trastorno, y otras psicoterapias fueron igualmente infructuosas. Sin embargo, durante los últimos quince años, los avances en la terapia cognitivo-conductual (TCC) han dado lugar a un protocolo de tratamiento del TOC que es especialmente beneficioso para las personas con esta afección. De hecho, numerosos estudios clínicos realizados durante los últimos quince años han encontrado de manera concluyente que la TCC, con o sin medicación, es dramáticamente superior a todas las demás formas de tratamiento para el TOC.