Cómo Tener Éxito en tu Tratamiento para el TOC
10 consejos que te ayudarán en tu camino hacia el tratamiento
Espere lo inesperado y acepte el riesgo. Puedes tener un pensamiento obsesivo en cualquier momento o lugar. No te sorprendas cuando aparezcan antiguos o incluso nuevos, y prepárate siempre para utilizar tus herramientas terapéuticas. El riesgo es parte integrante de la vida y, como tal, no puede eliminarse por completo. Recuerda que no recuperarse es el mayor riesgo de todos.
No pierdas el tiempo intentando evitar o no pensar tus pensamientos. Los estudios han demostrado que no es posible detener o rechazar eficazmente determinados pensamientos. Tu lema debería ser: “Si quiero pensar menos en ellos, piensa más en ellos”.
Intenta no ser una persona que piensa en blanco y negro, en todo o nada. No te digas a ti mismo que un desliz significa que ahora eres un fracaso total. Si tienes un desliz y cometes una compulsión, siempre puedes darle la vuelta y hacer algo que te suponga un reto. Lo bueno es que estás en esto a largo plazo y siempre tienes otra oportunidad. Es normal cometer errores al aprender nuevas habilidades, especialmente en terapia. A todo el mundo le pasa de vez en cuando.
Ve siempre hacia la ansiedad, nunca lejos de ella. La única forma de superar un miedo es enfrentarse a él. No puedes huir de tus propios pensamientos, así que no tienes más remedio que enfrentarte a ellos. Si quieres recuperarte, tendrás que hacerlo.
Recuerda que enfrentarte a tus síntomas es sólo responsabilidad tuya. No involucres a otras personas en tus tareas terapéuticas (a menos que tu terapeuta te lo indique) ni esperes que te empujen o motiven. No siempre estarán ahí cuando los necesites, pero TÚ siempre estás ahí para TÍ. Ve a tu propio ritmo e intenta centrarte simplemente en enfrentarte a tu TOC cada día, un día cada vez.
No te dejes llevar por el perfeccionismo. No esperes al “momento perfecto” para empezar tus tareas de terapia. La procrastinación es una característica del TOC de muchas personas, así que comienza las tareas terapéuticas el mismo día que las recibas. El momento perfecto es cuando comienzas a hacerlos. Si te obsesiona tener que hacer los deberes a la perfección o seguir las mismas reglas rígidas cada vez que los haces, corres el riesgo de convertirlo en otra compulsión. Además, no hagas los deberes tan excesivamente que te ocupen todo el día. Recuerda que aún tienes una vida por delante.
Presta toda tu atención a los deberes y siente la ansiedad. No hagas los deberes mientras realizas otras actividades ni dejes que se conviertan en algo tan rutinario que te desconectes de ti mismo. Tienes que sentir los sentimientos duros como parte del proceso de recuperación. Si los deberes no te producen ansiedad, coméntaselo a tu terapeuta para que podáis trabajar juntos y hacerlos más eficaces. Intenta hacer todas las tareas nuevas durante al menos una semana antes de decidir que no te provocan ansiedad. Algunas tareas pueden provocar reacciones más adelante y puede ser necesario hacerlas varias veces antes de que aparezca la ansiedad.
Ten cuidado de no tranquilizarte y deshacer tu duro trabajo. La reafirmación anulará los efectos de cualquier tarea terapéutica en la que la utilices e impedirá que mejores. Evita decirte a ti mismo cosas que puedan socavar todo el duro trabajo que estás haciendo, como por ejemplo: “Sólo son deberes, y las cosas que estoy diciendo y haciendo no cuentan y no son reales”, “Mi terapeuta no me pediría que hiciera algo que me causara daño a mí o a los demás” o “Sólo estoy haciendo esto porque me lo han dicho, así que no soy responsable de nada malo que ocurra”.
No olvides que tienes TOC, lo que significa que las compulsiones son el problema. No siempre podrás confiar en tus propias reacciones o en las cosas que piensas y sientes, sobre todo si parecen decirte cosas muy negativas y extremas. Si no estás seguro de si algo es realmente un síntoma, trátalo como tal. Es mejor exponerse un poco más que no lo suficiente. Cuando reconozcas que tus compulsiones son el problema, deja de hacerlas y quédate con la situación temerosa. Crearás tolerancia y los sentimientos difíciles acabarán desapareciendo.
Tómate siempre un momento para sentirte orgulloso de tus propios esfuerzos y reconocer tus éxitos. Reconocer tus victorias es una buena forma de mantener la motivación. Si crees que no estás progresando, echa la vista atrás a tareas anteriores que ya no te supongan un reto.
La misión del IOCDF es garantizar que ninguna persona afectada por el TOC y trastornos relacionados sufra en soledad. Nuestra comunidad proporciona ayuda, curación y esperanza.
